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martes, 8 de enero de 2013

Leyendas de un Pueblo Mágico



                 El Rosario, Sinaloa, México. Pueblo Mágico, de origen minero posee una telaraña de historias en esta ocasión nos trasladamos a ¿finales del siglo XIX? y nos ubicamos exactamente en el predio Santa Simona de esta población minera que estaba ubicado al norte de la vía  ferroviaria  (Hoy calle 20 de Noviembre) que conducía por medio de una locomotora el mineral de la mina del “Tajo” a la hacienda de beneficio hoy Esc. Sec. Fed.  Mtro. Julio Hernández. El espacio al que nos referimos es conocido hoy como “El Manguito”.
                En plena bonanza de esta población minera este baldío era utilizado como una pista de baile,  los fines de semana principalmente, el área era iluminada con cachimbas de petróleo y los músicos amenizaban estas reuniones. Damas y caballeros lucían sus mejores galas, siempre a la moda ya que las Naos Chinas traían mercancía de Oriente.  En este lugar por ser un espacio abierto se mezclaban todas las castas, mestizos, negros, indígenas y demás, con tanta libertad que ya era un lugar de vicio.
                En el momento de esta historia estaba de moda una tela de oriente muy fina, de buena clase el “Crespón Cantón” una seda suave de tejido rugoso que se volvió símbolo de estatus, lo mejor al asistir a estos bailes era vestir de crespón cantón.
                Pues bien, en una de esas noches de placeres desenfrenados se destacaba la presencia de un caballero muy elegante, su porte distinguido y su audacia con las mujeres lo hicieron el alma de la fiesta, así bailó a lo largo de la noche con las damas más distinguidas y más guapas de aquella reunión… hasta que en un momento alguien empezó a notar una transformación en los pies de tal caballero y gritó ¡Ave María Purísima!  Se escucho una horrible carcajada y terminó su metamorfosis sus pies se transformaron en una pata de cabra y otra de gallo al momento que se elevó por los aires gritando ¡Viva el Crespón Cantón!
                Y así culmina esta jocosa historia que me contó personalmente el entonces cronista de la ciudad y mi gran amigo el Sr. Rafael Valdez Ramírez ya fallecido,  y queda ahí como un cuento para reírse un poco, lo cierto es algo que he observado a través de los años; todos los accidentes principalmente de tráfico en esta zona ocurren en este lugar, el primero que recuerdo está registrado en la entrada “Premonición” los demás no he tenido la curiosidad de registrarlos pero han sido varios desde leves hasta muy graves donde gente ha perdido la vida y todo ocurre en un área de unos cuarenta metros de esta calle, veo pasar una llanta rodando y luego el carro sin llanta delantera sacando chispas contra el pavimento, le ayudé a juntar las tuercas que botaron al salírsele la llanta, el lado Sur tiene un desnivel pues un Jeep se fue ahí por falta de pericia del conductor, otro se impactó con la oficina del citado cronista mientras trabajaba en conocida maderería ubicada en esta zona, un 31 de Diciembre me despierta un tremendo acelerón que culmina con un pavoroso impacto, veo resortear  un cable de los que sostienen los postes a través de mi ventana, una camioneta ha caído a dicho desnivel  impactado al poste y quedó sobre su costado derecho solo sostenida por un cable metálico de dicho poste a punto de rodar e impactar una casa. Hace poco uno que pudo evitarse la señora esquivó el impacto, otro un choque con una barda el más reciente, el anterior una falla en los frenos e impacto con un carro estacionado, choques y derrapes de motocicletas, bicicletas, bicicletas y motos. Muchos y muchos más que me han contado; una muchacha que trataron de secuestrar  unos encapuchados armados en una madrugada, fue rescatada por gente de una “corrida” que llegaba en ese, momento arriesgando sus propias vidas. Tal es el valor humano de nuestra gente, en este Pueblo Mágico.
                Se localizaba también aquí un viejo almendro que ya fue talado del que se contaban leyendas, pero esa será otra historia.